Por qué la contaminación acorta casi tres años la esperanza de vida

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica provoca cada año 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo

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En muchos casos la contaminación puede producir por ictus, cardiopatías coronarias como ataques cardíacos, cáncer de pulmón o enfermedades respiratorias. Pero, ¿hasta qué punto la polución acorta la esperanza de vida? ¿Quiénes son los más afectados? ¿Es posible seguir algunas pautas para reducir sus efectos nocivos en nuestra salud?

La contaminación atmosférica acorta la esperanza de vida 

La exposición prolongada a la contaminación del aire es uno de los principales riesgos para la salud, según un estudio publicado en la revista Cardiovascular Research. Los autores concluyen que la polución acorta la esperanza de vida una media de 2,9 años.

“Se debe a que la contaminación causa, sobre todo, daños en los vasos sanguíneos por el aumento del estrés oxidativo, lo que a su vez provoca aumentos de la presión arterial, accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca y diabetes”, explica que Miguel Sánchez, enfermero del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería. Entre las consecuencias de la exposición a contaminantes, el experto también menciona cáncer de pulmón, infecciones respiratorias o asma.

María José Peña, miembro del grupo cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, confirma que la contaminación ambiental causa miles de muertes prematuras en el mundo. La mayoría de los fallecimientos atribuibles a la contaminación “se deben a enfermedades que llamamos ‘no transmisibles’ dado que no se contagian”. Por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades pulmonares crónicas, la obesidad, la diabetes y el cáncer. Estas patologías “son sensibles a diversos factores ambientales como la contaminación del aire, el agua y la tierra, el cambio climático y los cambios en nuestra alimentación”. En otro post ya hemos explicado por qué la contaminación puede aumentar el riesgo de padecer un infarto y qué otros efectos tiene en nuestra salud cardiovascular.

No existen niveles bajos [de contaminación] seguros”, asegura a Dominic Royé, climatólogo, investigador posdoctoral en el grupo epidemiología y salud pública en la Universidad de Santiago de Compostela. Un estudio publicado en The Lancet indica que la exposición prolongada a contaminantes se asocia con una mayor probabilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares y enfermedades coronarias incluso a concentraciones inferiores a las que fijan los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud.

Más de 70.000 estudios: la contaminación reduce la esperanza de vida

Más de 70.000 estudios avalan que la contaminación atmosférica mata, según la directora del departamento de salud pública y medio ambiente de la Organización Mundial de la Salud, María Neira.

Un artículo publicado en la revista New England Journal of Medicine indica que existen asociaciones independientes entre la exposición a corto plazo a ciertos contaminantes y la mortalidad diaria por todas las causas en más de 600 ciudades de todo el mundo.

Algunos estudios analizan el impacto en la salud de determinados gases. Por ejemplo, uno publicado en The Lancet y llevado a cabo en 337 ciudades concluye que existe una asociación significativa entre el monóxido de carbono ambiental y la mortalidad diaria. Otro publicado en British Medical Journal indica que la mortalidad relacionada con el ozono podría reducirse potencialmente con estándares de calidad del aire más estrictos.

Quiénes son los más afectados

Este problema de salud afecta en especial a las personas de mayor edad, según Sánchez: “Se estima que el 75% de los fallecimientos atribuidos a la contaminación atmosférica son de personas mayores de 60 años”.

Jesús Ángel Escobar, jefe de la unidad de neumología del Hospital Ruber Internacional, explica a que, además de los ancianos, los niños, los enfermos crónicos respiratorios, los enfermos crónicos cardiacos y las embarazadas son los más propicios a acortar su esperanza de vida por efectos de la contaminación. “Se podría decir que existe una pandemia de contaminación del aire”, asegura.

En blog 360 ya os hemos contado las consecuencias de la polución en la salud infantil. Algunas investigaciones indican que la exposición a contaminantes está asociada a un mayor riesgo de mortalidad perinatal (en el período inmediatamente anterior o posterior al nacimiento) en las regiones de mayor contaminación y a una mayor tasa general de mortalidad en los niños. La OMS indica que unos 600.000 menores murieron en 2016 por infecciones respiratorias agudas causadas por el aire contaminado.

Reducir el impacto de la contaminación en la salud

Para reducir los efectos de la contaminación en nuestra salud, Royé recomienda evitar nuestra exposición a la polución o reducirla al máximo posible. Aunque reconoce que escapar de la contaminación “es difícil”: “El aire no es intercambiable y lo respiramos, lo necesitamos para sobrevivir”.

Sánchez aconseja evitar correr y caminar en el exterior cuando los niveles de contaminación son elevados y, si se hace, usar mascarilla. En casas e interiores, recomienda ventilar a diario, mejor a primera hora de la mañana, y evitar fumar o permanecer en espacios cerrados donde alguien esté fumando.

Pero en realidad para evitar los efectos nocivos de la contaminación, lo ideal sería “intentar reducirla”. El enfermero recuerda que los hábitos de vida tienen un impacto en la cantidad de contaminantes en el aire de las ciudades. Por ejemplo, es posible reducir la polución “usando el transporte público y utilizando el coche privado solo cuando sea estrictamente necesario”. También podría ayudar “potenciar el uso de la bicicleta y el tránsito peatonal, cuidar las zonas verdes o utilizar bombillas de bajo consumo”.

 

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.