"Inmersión. Cuerpos bajo control" de Patricia Gómez y Mª Jesús González, ganadoras I edición

Beca DKV Mujeres por el arte - Ayuntamiento de València

Mujeres por el arte es una iniciativa conjunta de DKV Seguros y el Ayuntamiento de Valencia en la que se promueve la creación y difusión de propuestas artísticas realizadas por mujeres, en favor de una sociedad más justa e igualitaria.

Beca DKV Mujeres por el arte

Esta exposición tiene lugar en el contexto de la primera edición de la Beca DKV Mujeres por el Arte – Ayuntamiento de Valencia. La convocatoria recibió más de un centenar de propuestas de artistas, de entre las cuales Patricia Gómez y Mª Jesús González han sido seleccionadas por su proyecto Inmersión. Cuerpos bajo control. Con esta obra han sabido abordar en clave poética una enfermedad generalmente asociada a la mujer: el cáncer de mama.

Presentamos aquí el resultado del proyecto acompañado por una selección de obras de mujeres artistas de la Colección DKV, que se enmarca en el programa DKV Arteria, comprometido con una de las causas de lucha de la compañía como activista de la salud: el bienestar de la mujer. 

Beca DKV Mujeres por el arte

Patricia Gómez y Mª Jesús González

Esta obra empieza a gestarse en el hospital psiquiátrico Padre Jofré de Bétera, e inesperadamente se desdobla para proseguir en otro hospital, el Clínico de Valencia, en la unidad de Oncología. La noticia del cáncer de mama diagnosticado a una de nosotras paraliza la intención de registrar la huella de los cuerpos ausentes de las mujeres internadas en el pabellón 6 del abandonado complejo hospitalario.

Cuerpos bajo control

Nos proponíamos trabajar con uno de los elementos que se repite y tiene una presencia muy significativa en toda institución psiquiátrica: las bañeras. Por un lado, las bañeras cumplieron una función terapéutica y normativa importante en el pasado, pero, a la vez, como todo rastro, cumplen una función testimonial en el presente y tienen un gran potencial simbólico.

Beca DKV Mujeres por el arte

Inmersión

La bañera también jugó un papel fundamental durante el tiempo que duró mi tratamiento de quimioterapia, ayudando a aliviar la angustia y el dolor, visualizando como las partículas malignas eran arrastradas con el agua al vaciarse la bañera. Un día antes de la operación, una mastectomía radical, registramos mi cuerpo en escayola dentro de una bañera, como un acto de despedida de una parte del mismo y de toma de control de lo que me estaba sucediendo.

La obra se presenta como un diálogo entre dos procesos de enfermedad distintos, conectados a través de la inmersión como recurso terapéutico y la pérdida de identidad ante la falta de control del propio cuerpo de la mujer: en un caso por estar sometido a las normas y disciplina que impone la institución psiquiátrica, y en otro, por quedar en manos de la ciencia y sujeto a las transformaciones provocadas por la medicación y la cirugía.

Proyecto en colaboración con:

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